domingo, 5 de diciembre de 2010

Silence please

En negro. La habitación susurraba el odio que había en las paredes. La cama deshecha mostraba la infidelidad de su propio ser, y la infidelidad de las almas que guardaba en el segundo cajón de la mesa de noche. Se miró en el espejo, este era el único que mostraba su verdadero ser, la sombra de una persona, el despojo que el sabía perfectamente que era.

Cogió un libro, un libro cualquiera sin importancia, como todo lo que caía en sus redes. Lo estrechó entre sus manos y en un suspiro el libro se precipitó contra el espejo, que estalló en mil pedazos como cuando la lluvia aprieta en el asfalto. Sintió como los cristales se le incrustaron en la piel suavemente , y la sangre empezó a correr por su cara, eso sería lo más parecido a las lagrimas que podría experimentar. Todos esos nombres se clavaban en sus entrañas uno por uno.

Los cristales calleron a la moqueta, y

Esbozó una sonrisa y se lamió la sangre que emanaba la herida.

-La próxima vez lo que estalle en mil pedazos será ella.

Y La carcajada inundó la sala , y hasta las motas de polvo dejaron de volar.


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